Viajar conmigo Recuerdos de un viaje que me encontró caminando sola y muy lejos de casa.Un mes. 9...
Entre focas y delfines
A los 10 años, le decía a mi mamá que amaba tanto a los animales marinos, que cuando fuera más grande iba a tener piletas con focas y delfines. Y no me equivocaba.
Amar es libertad
Mi mamá, que siempre entendió mi forma de amar, me decía que no podía tenerlos en piletas si realmente los amaba, porque eran del mar. Yo coincidía, pero seguía visualizando esas piletas con animales marinos en mi futuro. Hace 2 años entendí el por qué.
Todo lo sabe el corazón
En el lugar indicado
SOS es un Centro de Rescate de fauna marina de Uruguay. Llegué hace 2 años. Quedaba a 5km de mi casa, si iba por la playa, o a 3,6km si cruzaba el cerro. El camino de ida ya era terapéutico. Y a la vuelta, acompañada por la brisa marina, caminaba la playa de noche, escuchando el mar entre estrellas y horizontes con lucecitas de ciudades lejanas. Volvía con el corazón lleno de un día entre piletas y animales marinos. Lo había logrado, me había encontrado con aquella visión, y era mejor de lo que esperaba. Mi mamá tenía razón, los animales eran del mar, y yo sólo compartía sus piletas mientras los ayudaba a volver a casa.
Mensaje para Pili de 10 años (y para soñadores)
Nunca dudes de lo que soñás, aún si todavía no encontraste los elementos que le den sentido. No los necesitás. Si eso que soñás lo sentís en tu corazón, seguilo. En el momento indicado, te vas a encontrar con los caminos que te lleven a él. Y si tu cabeza se preocupa por los posibles desafíos, respirá, conectate con eso que sentís, y dejalo que te guíe. Vas a estar bien, tus sueños también son la vida real.
Ramón
Fotomontaje hecho con una foto de mis primeros encuentros con Ramon, en la playa que nos vio crecer.
El invierno y sus cachorros
En invierno llegan muchos cachorros de lobo con hipotermia. Los cuidábamos adentro, para que no les falte el calor (ni los mimos).
Conexión
Una parte de convivir con animales marinos es respetar su espacio. Necesitan ese respeto para relajarse y efectivamente mejorarse. Siempre que los tuve cerca fue realizando alguna tarea de alimentación o cuidado, o porque ellos se acercaron. Momentos como este están para siempre grabados en mi corazón.
Atardeceres con Lito
Lito llegó siendo muy chiquitito, y buscaba constantemente la teta de su mamá. Si me distraia, venia a mis rodillas creyendo que yo era ella. Ese instante lo relajaba, y era mi forma de acompañarlo.
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